Más allá del tapiz
¿Qué hay tras dejar a un lado la carrera deportiva? ¿Qué pasa cuando un deportista que ha dedicado sus años de juventud a su pasión se aleja del tapiz?
Muchos grandes volantistas se han pasado al mundo de los entrenadores, como Peter Gade o Kestutis Navickas. Otros se han retirado por completo del panorama deportivo. Sin embargo, algunos de ellos encuentran otras vías para seguir unidos a lo que tanto les apasiona, el bádminton.
Este es el caso de los dos protagonistas de esta publicación. David Serrano y Laia Oset. Ambos figuras destacadas de la actual federación española de bádminton que han encontrado otra manera de continuar ligados a este mundo en el back office del bádminton nacional.
En el caso de David estamos ante uno de los pioneros de la raqueta y el volante en España. Primer español en participar en unos Juegos Olímpicos, fue parte de ese listado de privilegiados que estrenaron el bádminton como deporte olímpico en Barcelona 92. Tras este hito, coninuó su carreta unos años más, colgando la raqueta en el año 95 a los 27 años de edad.
Sin embargo no se dedicó a lo que había estudiado (maestro de educación física y pedagogo), David fue contratado de inmediato por la federación andaluza como director técnico y entrenador. Ahí pasó una temporada hasta que pasó a ser entrenador del CARD, viviendo de nuevo unos Juegos, esta vez desde la silla del técnico con Sergio Llopis y Jose Antonio Crespo como protagonistas en la pista. Esta etapa duró 4 años, hasta que pasó a ser Director Técnico de la federación española, puesto que desempeñó durante 21 años, hasta el 2020.
Ahora como secretario general desempeña un rol más de gestión general, a lo que le ayuda tener una visión global de la federación. Muchos años de dedicación al deporte que tantas alegrías le dio y con el que espera poder jubilarse.
Por otro lado, una de las benjaminas de la nueva federación. Laia Oset, como deportista alcanzó su máximo nivel disputando la Uber Cup de China en 2016. Primera y única vez que España ha conseguido semejante resultado. Sin embargo, al finalizar sus estudios Laia comenzó a buscar trabajo, tentando el campo de los entrenadores, algo que no llegó a robarle el corazón. Quien si lo hizo, sin embargo, consiguió que la española dejase el país y fuese a vivi a Italia. Allí Laia pudo continuar cerca del bádminton colaborando con la federación italiana y formándose con un máster en gestión deportiva. Tras diferentes etapas laborales, la catalana volvió a su tierra. Gracias a su buen hacer en el Spain Masters de Barcelona y a demostrar su creciente interés por el mundo de los eventos, encontró su hueco en la federación española.
Ahora Laia afronta el futuro con la ilusión de continuar unida al deporte, y si es el bádminton, mucho mejor.
A veces la vida de un deportista parece predestinada a determinados roles, pero no siempre es así. Hay mucho trabajo unido al deporte. Entrenadores, fisios, gestores deportivos, comunicación… Mantener la mente abierta, apreciar el talento y saber cultivarlo puede llevarnos a un futuro prometedor lleno de nuevas oportunidades.